miércoles, 12 de diciembre de 2007

"Centro Comunal Barrio Lincoln" trabajar la noción de barrio.

Este taller tuvo como tema, la noción de barrio, por lo que se analizó un barrio de Santiago, en específico el barrio Lincoln, ubicado en la ladera nor-poniente del cerro San Cristóbal en la comuna de Recoleta, esto con el fin de entender el carácter de un barrio en todos sus ámbitos y las cualidades particulares de este para luego hacer una intervención arquitectónica intentando potenciar la noción de barrio.

Análisis barrio Lincoln

El clímax del barrio aparece luego del giro que se produce cuando la calle Valdivieso pasa a ser la calle Pdte. Lincoln es en este lugar donde se da el fenómeno del umbral, donde se produce un acceso que separa dos ámbitos distintos, el barrio en si mismo del resto del resto de los sectores de la comuna.

Los elementos fundamentales que determinan la estructura urbana están situados en forma orgánica distinto del orden del barrio clásico.
La base fundante de este barrio es el eje norte-sur de la calle Lincoln donde es que sucede el barrio en si mismo, es donde se agrupan los habitantes en torno al equipamiento, donde confluyen todas las calles, donde se da el encuentro y donde se aprecia con mayor claridad el carácter propio de este barrio, ya que esta calle cruza de comienzo a fin todo el barrio Lincoln, llegando a ser el centro de este, “calle central” iniciándose en el giro de valdivieso, y concluyendo en los faldeos del cerro, donde terminan las casas, haciendo un traspaso de plano a pendiente ascender por el cerro disminuyendo su ancho hasta quedar convertida en escalera.
En cuanto a la escala urbana nos encontramos con que esta formado por un conjunto de manzanas con características comunes.

Uno de los elementos fundamentales del paisaje urbano a escala de la calle esta constituido por los inmuebles de vivienda y por la estructura de la propiedad territorial urbana.

Así tendremos:
a.-Casas de bloque unidas las unas de las otras haciendo una fachada continua sobre la calle.
b.-Casas de patio cerrado con jardín y pequeñas construcciones interiores.

Las primeras las encontramos en el plano horizontal, se caracterizan por no poseer patio dejando que la calle cumpla el papel de este y recoja todas las actividades que comúnmente en el se realizan, es decir que la calle funciona como la extensión de la casa.

En conjunto con estas casas el barrio es acompañado de una escalera corredor por donde la gente transita y que tiene la función de ser parte del camino a su casa y por otro lado ser un lugar de estar donde la gente se encuentra y conoce.

Al ir ascendiendo la escalera corredor la morfología de las casas comienza a cambiar encontrándonos con el segundo tipo antes mencionado.

La densidad cambia existiendo mayor cantidad de casas en lo alto derramandose en el cerro quedando este como la espalda de el cerro. El entorno urbano se vuelve más informal no siguiendo una estructura fija.

Las casas comienzan a estar suspendidas sobre pilotes, poseen balcones y están dispuestas como mirador dejando caer su vista sobre el norponiente y mirando hacia el eje central de la calle Lincoln .El patio ahora forma parte de ellas pero solo en una pequeña medida ya que no es de gran proporción.

Juego de llenos y vacíos.

El lleno:
A) a. La vivienda
b. El pasaje
c. El cité
B) a. equipamiento

El vacío:
A) a. La plaza
b. La calle

El vacío representa los espacios públicos donde suceden los hechos urbanos.
La plaza es el elemento central en la formación de la ciudad, tiene un rol estructurador en las relaciones espaciales. Es también una imagen simbólica, representa la identidad de un lugar.
El primer hecho de la vida urbana es la plaza, lugar de reuniones, actos y rituales.
Acoge la expresión del grupo, sus costumbres y celebraciones.
Es un espacio abierto controlado por sus bordes, conteniendo la permanencia de la ciudad, con multiples intenciones.


La calle en cambio es un espacio abierto, lineal y unintencional.
Eje de comunicación y circulación.
Organiza la actividad urbana.
Para que esta siga perteneciendo al espacio público de un barrio debe tener una dimensión peatonal, es decir una escala amable con el peatón, que fomente el encuentro, que sea caminable y vivible.

Al ser la calle una extensión del patio y un lugar de transito y encuentro, los almacenes son parte de este transito, por lo que se disponen de manera contigua a la calle no haciéndose necesario tener que entrar sino que todo esta a la vista. Es decir el almacén, sucede en la calle.

El terreno

Eje de las calles General Patton, Poeta Withman y el pasaje Pdte. Lincoln

Este terreno vincula dos calles importantes para el barrio, siendo involuntariamente un vértice que articula dos “vacíos”, cada uno contenedor de un “lleno” perteneciente al grupo de los equipamientos.
Estos llenos son la Iglesia y el Colegio.
Este terreno descansa sobre una pendiente, que en su parte superior posee un pequeño plano donde existe una plaza inutilizada.

El área en pendiente tiene las huellas de un sendero ya que se ocupa como corredor para comunicar la parte del barrio que se encuentra suspendida en el cerro con el plano de la calle Lincoln.
Este sitio posee la cualidad de mirar en todas las direcciones puesto que su horizonte esta libre. Generando un ángulo de mirada solo interrumpido por la espalda contenedora, “el cerro”.
La vocación de este terreno es ser un hecho articulador en el barrio.
Siendo el umbral entre el plano y la pendiente, este debe vincular estas dos geometrías en forma amable en beneficio de los habitantes del barrio.
Además de ser el medio por el que la Iglesia con el Colegio dialoguen como partes de un mismo subgrupo del todo.
También pretende generar corredores para la distribución de las circulaciones.


Para trabajar en este lugar se tomaron como ejemplo esos rincones que nacen de las grietas de la ciudad de Valparaíso o de Sewell, que generan plazas, paseos, miradores, etc. para satisfacer el estar público en la pendiente.


El habitar propio del caminante encuentra su lugar en el parar. La parada es con el giro que vuelve la vista a medir lo recorrido, en el ascenso la vista vuelve a mirar hacia el llano. Para esto se apeló a un rediseño de los recorridos y sus paseos dándole un carácter amable a la detención, favoreciendo las vistas y lo característico del mirar cuando se habita en pendiente.
Se buscó enfrentar la propuesta abarcando un paseo que recorre de extremo a extremo una cota del cerro, interviniendo sus descansos y vínculos con el descenso, además de fortalecer el tránsito en ascenso a través de lo común.
La vocación de este terreno es ser un hecho articulador en el barrio.
Siendo el umbral entre el plano y la pendiente, este debe vincular estas dos geometrías en forma amable en beneficio de los habitantes del barrio.
También pretende generar corredores para la distribución de las circulaciones.

De lo común a lo propio.

Mi propuesta arquitectónica para intervenir el barrio, lleva como nombre una frase de Aristófanes: “Desde lo común cada uno encuentra lo propio”. Esto interpretando que se quiere generar un lugar que cumpla la función de un embudo que de un estado más impersonal se pasa a uno más intimo pero sin dejar de ser comunitario, esto rematando en donde en la intimidad máxima de los habitantes, la vivienda.

El origen de la propuesta

No nos podemos dar cuenta de que estamos cuando se devuelve una mirada simplemente, si no sabemos porque estamos y de donde venimos.
Importante es descubrir y desarrollar la pre-existencia, ya que la arquitectura está situada en un lugar preciso y debe enfrentar y configurar una situación.

Este lugar denota la existencia de dos tensiones laterales que conectan el plano con la pendiente. Se propuso conectar estos recorridos por medio de una plaza dura situada en forma transversal a la pendiente y generar una vereda continua para que el mirador sea parte de la misma calle.
Se potenció la geometría que proponía guiar la vista desde la altura hacia el horizonte.

En el partido general el proyecto tiene la voluntad de generar el encuentro proponiendo el ámbito común a través de un zócalo que representa el umbral entre el plano y la pendiente.
Esto pretende vincular el colegio de la calle Poeta Longfellow y la Iglesia de la calle Gral. Patton. Además quiere continuar el recorrido del Psje. Pedro Aguirre Cerda vinculando la circulación con el ámbito común del barrio.

Platón habla del caos como el mundo sin forma.
Apelando al orden se puede entender la forma. Para esto hay que saber definir el origen y la naturaleza, para finalmente entender la dirección y poder darle mesura a la idea.
Se enfrentó la potenciabilidad del encuentro bajo cinco frentes:
- Mirador con sombreadero
- Patio de Talleres
- Centro Comunitario
- Anfiteatro (Patio de la Escucha)
- Plaza Dura (Encuentro entre las tensiones) La morfología que presentaba el barrio en la pendiente apela a:
- Las terrazas sobre pilotes, dando origen al concepto de casa balcón
- Sombreaderos en las terrazas que cortan la luz norponiente utilizando frecuentemente los parrones.